Apagón: El HUBU se reactivó en 40 segundos

El Hospital Universitario de Burgos activó el protocolo de corte eléctrico y garantizó el funcionamiento de las áreas críticas sin que los pacientes llegaran a notar la interrupción del suministro Los medios de redundancia del HUBU funcionaron a la perfección durante el apagón que dejó a todo el país sin suministro eléctrico durante horas. Conoce la Central Energética del Hospital Universitario de Burgos Ruth Rodero- Burgos Conecta Cuando se produjo el apagón que mantuvo a la península ibérica sin luz durante horas, en el Complejo Asistencial Universitario de Burgos (CAUBU) todo transcurría con la normalidad de un lunes cualquiera. Pero en cuestión de segundos, el sistema de alumbrado y el informático se vieron afectados por la interrupción del suministro. Lo que en un primer momento parecía una caída momentánea del servicio mutó en una situación de gravedad en un entorno como lo es el hospital. Con el paso de los minutos se confirmó que el corte de luz era prolongado y afectaba no solo al hospital, sino también al resto de Burgos y del país. «Al ver que el apagón era prolongado fuera del complejo asistencial, nos pusimos inmediatamente en contacto con la empresa concesionaria para que nos informase de la situación. Estos nos actualizaron la situación con la red eléctrica así como el estado de los medios auxiliares (grupos electrógenos y reservas de combustible del HUBU). También nos dirigimos a los otros dos hospitales (Fuente Bermeja y Divino Valles) para analizar la situación de ambos centros. A partir de ahí, comenzamos a aplicar protocolos y concertar reuniones, tanto a nivel interno como externo, con Gerencia de Área, Gerencia Regional y Consejería de Sanidad», explica Carlos Cartón, director médico del Complejo Asistencial Universitario de Burgos (CAUBU). La situación, aunque atípica, está contemplada en los protocolos de estos hospitales, que «cuentan con un protocolo específico de corte eléctrico incluido en sus planes de contingencia». De esta manera, los centros sanitarios se preparan para que una situación de este tipo no ponga en riesgo vital a ningún paciente. En la jornada del lunes el protocolo se activó de inmediato tras detectarse el fallo en el suministro. «El protocolo implica una gestión correcta de los diferentes medios y procesos que intervienen en una situación de ausencia de energía eléctrica en la red», explica el director médico. Gracias a este sistema, los grupos electrógenos se activan automáticamente. «A los 40 segundos de producirse el corte, el hospital ya estaba energizado», celebran. Esta capacidad de respuesta permitió mantener la actividad de las zonas más sensibles sin interrupciones. La autonomía del hospital en estas circunstancias depende del combustible disponible. «Con 50.000 litros de diésel que hay almacenado, el CAUBU puede funcionar durante unas 50 horas a pleno rendimiento, es decir, con todas sus instalaciones encendidas y operativas», aseguran desde el centro médico. Aquí puedes leer el reportaje completo
La pandemia desde dentro del HUBU

El Mundo-El Correo de Burgos revisita los servicios del hospital que tuvieron que enfrentarse al covid-19 redoblando esfuerzos y personal Así vivieron la pandemia los equipos de limpieza, mantenimiento, logística y cocina del Hospital Universitario de Burgos. Marta Casado.- El Mundo-El Correo de Burgos Los más de 500 trabajadores que prestan los 13 servicios externalizados que hacen funcionar el Hospital Universitario de Burgos (HUBU) no trataron a ningún paciente, pero su trabajo fue vital para que los profesionales sanitarios pudieran cumplir la intensa demanda de ingresos que generaron las primeras olas de la Covid-19, que les pilló casi por sorpresa, y las siguientes. Cuando en el equipo de Mantenimiento, que coordinan la preparación de las plantas y la gestión de gases medicinales, se encontraban realizando la dialización de la Planta 7, porque entre los primeros pacientes de Covid que llegaban desde Miranda había casos que necesitaban este servicio, pensaban que estaban ante un servicio más. «Fuimos allí con nuestro mono de trabajo, como siempre, cuando vimos que entraban los enfermeros en un buzo aislados en todo momento es cuando nos dimos cuenta lo grave que era lo que estaba pasando», señala el jefe de equipo de Mecánica y Mantenimiento, Eduardo Mediavilla Martínez. En unos días la demanda de transformación de los hospitales de día en UCIS, de tres pasaron a seis, era acometida por el equipo de mantenimiento preparaba todas las tomas necesarias de aparataje médico y gases. Uno de los consumos que más se incrementaron fue el de Oxígeno, necesario para los problemas respiratorios que presentaban los pacientes con coronavirus. Al duplicar el espacio Uci la demanda de oxigeno se disparó. Se incrementó en un 50% pasando de los 390.035 metros cúbicos de oxígeno suministrados en 2019 a los 591.326 suministrados en 2020. «En una situación normal el hospital consume el 5% del depósito de oxígeno que hay, en los picos de covid se llegaba a consumir el 20% disponible y si lo habitual es que el suministro se realizara desde Tarragona cada 15 días, en la época del covid cuando un camión descargaba salía otro de la planta de producción hacia Burgos», explica Mediavilla. Un pico de demanda que puso en tensión las tuberías y conductos de todo el hospital manteniendo en vilo al equipo de 11 operarios de mantenimiento, aunque «el suministro siempre estuvo garantizado y a salvo, es nuestro trabajo que sea así». Un esfuerzo que se mantuvo durante las ocho olas de la pandemia porque el hospital ampliaba y replegaba su espacio covid en función de la demanda de casos. En este sentido, otro de los picos de actividad fue la desinfección de las plantas covid cuando dejaban de serlo. El equipo optó por el uso de Peróxido de Hidrógeno nebulizado a partir de un equipo especializado que permitía aniquilar cualquier rastro del SARS-CoV-2 y recuperar la actividad diaria en ese espacio. «Se sellaba la planta, se hacia un cálculo del tiempo de exposición en función del tamaño del espacio a tratar y se dejaban testigos de peróxido en sitios de difícil acceso como dentro de cajones, y todos daban positivo», explica el responsable de mantenimiento. A éste sistema se incorporó un robot con emisión ultravioleta que mapeaba la planta y la higienizaba. «Estos aparatos se siguen utilizando, el robot con emisión ultravioleta en quirófanos y seguimos con el equipo de peróxido porque sigue habiendo covid», recuerda. El reto abrió una etapa de trabajo a destajo entre el equipo de 11 personas entre las que «no tuvimos vacaciones, ampliábamos horas porque si ya es difícil encontrar este personal cualificado en una situación normal, en medio del confinamiento se hizo imposible», explica. Eso sí, asegura que ninguno del equipo tuvo un contagio covid pese a que «siempre ibas con el miedo de llevarlo a casa». Aquí puedes leer el reportaje completo
El HUBU contará con el PET TAC más avanzado del mercado

Diario de Burgos- El PET-TAC del HUBU tendría que empezar a recibir pacientes el 2 de enero de 2020 como muy tarde o, al menos, esa es la previsión con la que trabajan los responsables de Medicina Nuclear y Radiofísica, Juan José Duque y Javier Sánchez, respectivamente. Los plazos para la puesta en marcha de este equipo avanzado en detección de cáncer (entre otras cosas) son realistas y ajustados a los pasos que hay que dar a partir de ahora, que ya se ha decidido qué tipo de equipo se instalará en el espacio reservado para ello en Medicina Nuclear desde la apertura. La plantilla de este servicio, de hecho, se aumentará en siete personas para poder atender a una cifra de pacientes difícil de estimar, pero que se prevé alta, porque solo el hospital público de Salamanca dispone de una tecnología semejante. El último adjetivo está escrito a propósito, ya que Duque destaca que Burgos contará con un equipo tan nuevo que, de momento, solo se ha instalado en tres hospitales españoles, ubicados en Barcelona, Valencia y Santiago de Compostela. «Es una tecnología tan novedosa que cuando hicimos el estudio de mercado tuvimos que ir a Brujas (Bélgica), a Ginebra (Suiza) y a Ámsterdam (Holanda), porque aquí todavía no había», señaló Duque, explicando que, a partir de ahí, hicieron un informe y se lo remitieron a quienes tienen la capacidad para decidir: la Consejería de Sanidad y Eficanza, propietaria del edificio y del contenido del HUBU. Para entender a qué se refiere Duque cuando habla de «lo último» hay que especificar que la Tomografía por Emisión de Positrones (PET) es una prueba diagnóstica no invasiva, que emplea material radioactivo en pequeñas cantidades para obtener imágenes que permiten evaluar las funciones de órganos y tejidos. Puede acompañarse de un escáner (TAC), como es el caso, y obtener unas imágenes más precisas del organismo, al servirse de tecnología avanzada en Medicina Nuclear y en Radiología. Esta combinación hace del PET-TAC la mejor herramienta para el diagnóstico y seguimiento de tumores, por lo que el 90% de su actividad es para Oncología, pero también tiene aplicaciones para otras áreas, sobre todo Cardiología y Neurología. Así, los fabricantes ofrecen diversidad de combinaciones y calidades, tanto en lo relativo a la Medicina Nuclear como a la Radiología. Y, después de analizar distintos equipos, Sacyl se ha decantado por un PET digital (hasta el año pasado todos eran analógicos) y un TAC de gama alta, semejante a otro ya operativo en el HUBU. «Por encima de eso no hay nada en el mercado», dijo Duque, destacando que «tanto Sacyl como la concesionaria han entendido que tenían que hacer un esfuerzo». La inversión en el equipo ronda los de 2,6 millones; una cantidad a la que hay que añadir el importe de la obra. Está previsto que el proyecto se entregue mañana o la próxima semana y, a partir de ahí, empezarán la reforma. «Como mínimo, serán seis meses de obra», comentó Duque. Solo entonces llegará el equipo y se estima que será necesario un mes para montarlo y otro más de formación para el personal: dos especialistas en Medicina Nuclear, dos profesionales de Enfermería, dos técnicos y una persona para secretaría. «El primer facultativo se incorporará el 1 de julio y el segundo llegará coincidiendo con el montaje. El resto se prepararán con el equipo ya instalado», concluyó Duque. El jefe de Medicina Nuclear, Juan José Duque, no duda al afirmar que, tanto él como el responsable de Radiofísica, Javier Sánchez, «estamos extremadamente contentos». La instalación de un PET-TAC en Burgos es una vieja reivindicación, ya que Duque siempre defendió que el HUBU tenía que haber abierto con este equipo montado. Una afirmación que argumenta en las estimaciones de «todas las sociedades científicas», que consideran que debe haber un equipo de estas características por cada 500.000 habitantes. Eso significa que Castilla y León tendría que tener cinco, pero solo hay cuatro hospitales con Medicina Nuclear y uno, el de Salamanca, con un PET-TAC. Se instaló en 2014 y «ya está saturado». De ahí que Sacyl haya «cumplido su palabra» y haya aprobado la instalación de otro, en el extremo nordeste de la región. «Esto es importante para Burgos», reiteró Duque, que lleva años trabajando, codo a codo con Javier Sánchez, en este equipo, que recibirá a miles de pacientes de varias provincias.
La cocina de Temiño se cuela en el hospital

El Mundo- El Correo de Burgos– El chef burgalés preparó un menú especial para cerca de 500 pacientes en la festividad de los Reyes Magos junto al equipo de cocina del HUBUTratar de hacer un poco más dulce la estancia hospitalaria durante estas fiestas. Ese ha sido el objetivo del Hospital Universitario de Burgos (HUBU), que ayer sorprendía a sus pacientes con un exquisito menú elaborado por el prestigioso cocinero burgalés, Ricardo Temiño, chef y propietario del restaurante La Fábrica y su equipo de la cocina. La iniciativa surgía hace medio año cuando la gerencia del complejo hospitalario propuso a Temiño desarrollar esta acción. Una propuesta a la que el chef accedía «encantado». En las dos últimas semanas el propio Temiño y su equipo han trabajado codo con codo junto al jefe del cocina del HUBU, Víctor Hernando, para dar forma al menú. «Para nosotros la rutina de trabajo ha sido la misma que si estuviéramos preparando nuestros propios menús», comenta Hernando, pero «hemos incorporado la dinámica de platos del chef, su estética». Para la elección del menú, el cocinero burgalés tuvo «absoluta libertad», aseguró y es que «el objetivo era que los pacientes ingresados comieran un menú con platos de la carta de Temiño», añadió Hernando. Todo ello haciendo que «sean platos compatibles con las necesidades nutricionales de los pacientes ingresados que pueden ingerir una dieta no restrictiva y sin derivaciones terapéuticas». Así las cosas, se elaboraron cerca de 500 menús compuestos por una sopa de trufa en hojaldre como entrante; rollitos de langostino con salmón ahumado y vinagreta de frutos secos y mango como primer plato y, como segundo plato, medallones de lechazo en salsa de mostaza y menta. De postre los pacientes pudieron disfrutar del tradicional roscón de Reyes. Se trata de las mismas elaboraciones que pudieron degustar ayer los comensales que acudieron a celebrar la festividad de los Reyes Magos a La Fábrica. «Cuando se trabaja con profesionales, espacio y medios todo es mucho más fácil», aseveró el jefe de cocina del HUBU, a pesar de que «nada tiene que ver la forma de trabajar y de cocinas de un restaurante con la de un hospital». El reparto de papeles fue sencillo. «Nosotros hemos aportado las ideas y la presentación y desde el hospital se han encargado de proporcionarnos el soporte, la mecánica y mucha mano de obra», apuntó Temiño. Después de todo el trabajo, tocaba degustar el menú. Los pacientes del hospital desconocían que ayer tendrían un menú especial y se llevaron la sorpresa a la hora de la comida. En cada bandeja, se incluyó una pequeña tarjeta con los platos del menú y un texto que explicaba que había sido elaborado por el chef Ricardo Temiño y el equipo de cocina del hospital. Una máquina engrasada.Cada día, alrededor de 25 personas por turno se encargan de las labores de cocina en el HUBU. El espacio, que se ubica en los sótanos del complejo asistencial, se divide en diversas estancias que «permiten un exhaustivo control de los productos», comenta Hernando . La materia prima llega en camión hasta un muelle y de ahí se traslada a las cámaras frigoríficas. Cada alimento- pescados, carnes, verduras, etc- tiene su propia nevera. Cuando llega el momento del cocinado y desde cada cámara frigorífica, los alimentos pasan al cuarto de preparación (también cada uno cuenta con el suyo propio para evitar contaminaciones). Ya en la cocina- dotada con hornos de gran tamaño, ollas basculantes, planchas, etc- se preparan las elaboraciones que van a ir en el menú del día. «Una vez cocinado, una personas se encarga de ‘cantar’ los menús de todos los pacientes y en una cinta mecánica varias personas se encargan de preparar las bandejas teniendo en cuenta los diversos requerimientos nutricionales de los enfermos, es decir, si comen con sal o no, si son celíacos o si deben llevar una dieta baja en grasa, por ejemplo». Una vez las bandejas están listas se introducen en los carros que «aportan calor y frío para que la comida llegue en su punto a las habitaciones», señala Hernando. Ya en las diferentes plantas, son las auxiliares quienes se encargan del reparto de los menús entre los pacientes. ¡A comer!
Burgos optimiza su consumo energético con simulaciones calibradas

www.redacciónmedica.com– ES EL PRIMER HOSPITAL DE ESPAÑA QUE HA IMPLEMENTADO UN MODELO DE GESTIÓN DIFERENTE AL SISTEMAS TRADICIONAL DE CÓMPUTO «Medir la eficiencia y el ahorro no es sencillo porque el consumo en los hospitales es muy variable», ha indicado José Carlos Cardillo, jefe de Sección de Mantenimiento del Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid». Son necesarios modelos estadísticos basados en indicadores y parámetros externos que confirmen que el consumo es correcto», ha señalado Cardillo, quien ha moderado una conferencia impartida por Igor Aguirrebeña, ingeniero de Proyectos de Promec, en el IV Encuentro Global de Ingeniería Hospitalaria. Precisamente, Aguirrebeña ha presentado un sistema de gestión que calcula el objetivo límite de consumo del centro sanitario y cuánto consume un espacio determinado del hospital. Este modelo se ha desarrollado en el Hospital de Burgos, «convirtiéndose en el primer centro de España que tiene este sistema de gestión, diferente al sistema tradicional de cómputo», ha afirmado. El modelo se basa en dar respuesta a tres preguntas: ¿Se pueden fijar objetivos reales a priori de la energía primaria a consumir? ¿Se pueden establecer sistemas de sensibilidad realistas en función de variables de consumo, como la meteorología y la ocupación? ¿Cuál es la metodología más adecuada para establecer objetivos de seguimiento? «El método para obtener el consumo objetivo se basa en el Protocolo Internacional de Medición y Verificación del Desempeño, que permite hacer una simulación del edificio y calcular los consumos energéticos óptimos para, posteriormente, calibrarlo con los datos reales y comprobar si se está por encima o por debajo del objetivo», ha detallado Aguirrebeña. A partir de ahí, se pueden establecer una serie de variables (temperatura, humedad, radiación y ocupación, por ejemplo) y calcular lo que debería consumir el hospital. «No solamente se trata de medir, sino de compararlo con un objetivo», ha indicado. «La sorpresa que nos hemos llevado en Burgos es que el ratio de consumo es el más bajo de los hospitales que tenemos actualmente monitorizados. Comparando datos con Estados Unidos y Alemania, el Hospital de Burgos está por debajo de 400 KW/hora por metro cuadrado/año, lo que está muy bien», ha destacado el ingeniero. Con los datos obtenidos, se pueden obtener una serie de mejoras virtuales que permiten conocer el ahorro de consumo antes de implementarlas realmente, ya que el modelo está calibrado. «Es una herramienta muy potente, tanto para la gestión del hospital como para el ingeniero hospitalario», ha concluido Aguirrebeña.
Una sonrisa en un click
DB / Burgos – Más de tres horas de montaje son necesarias para dar forma a las originales exposiciones en miniatura que alegran continuamente, desde marzo de 2015, la planta de Pediatría del Hospital Universitario de Burgos (HUBU). Esta iniciativa, que lleva por nombre ‘Bridgestone en un click’, está promovida por la planta Bridgestone de Burgos en colaboración con la Asociación Española de Coleccionistas de Playmobil (Aesclick) y el HUBU.Cada mes y medio o dos meses, la vitrina que guarda a los clicks de Playmobil, cedida por Bridgestone, se prepara para acoger nuevas figuras que conformen un nuevo universo, como ocurrió ayer. No tienen codos, ni rodillas pero los clicks de Playmobil son uno de los juguetes más reconocibles de las últimas cuatro décadas y Aesclick logra, además, que dibujen una sonrisa en los niños hospitalizados. «No tenemos un calendario fijo con el día y la temática a montar pero así es más divertido», señala Javier Sagredo, presidente de Aesclick. En esta ocasión, alrededor de 200 clicks recrearán a los animales del mundo ubicados en sus respectivos continentes. Además, como apunta Sagredo, «todas las figuras son propiedad de los miembros de Aesclick y durante este periodo las ceden para la exposición».Durante el montaje no están solos, ayer los acompañaban Álvaro Baños y Laura Alonso, representante de Bridgestone, pero los que más entusiasmo ponían eran los niños, tanto los hospitalizados como la joven cantera que ya tiene Aesclick y que los ayudaron durante la instalación. «Es emocionante, con nuestra modesta aportación intentamos hacer un poco más llevadera la estancia a los chavales y nos lo agradecen, incluso nos han enviado cartas. Es una pequeña vía de escape para ellos», apunta Sagredo, quien añade que esta iniciativa se desarrolla a nivel nacional en otros hospitales como el Gregorio Marañón de Madrid o el Sant Joan de Dèu en Barcelona.
Los avances en cardiología evitan enviar pacientes a otros hospitales

El Correo de Burgos– Técnicas alternativas a la cirugía abierta y la implantación de la resonancia magnética cardiaca permiten atender en Burgos casos que antes debían derivarse a Valladolid y León. El Servicio de Cardiología del Hospital Universitario de Burgos está empeñado en avanzar. Y no solo por el reconocimiento que supone aplicar nuevas técnicas fruto de la investigación, sobre todo por ofrecer a la población burgalesa que precisa su atención soluciones eficaces que mejoren su vida. Hacia ese horizonte caminan los procedimientos que han incorporado en los últimos tiempos y que, además, evitan a los pacientes trasladarse a complejos sanitarios de otras provincias vecinas. Así, situaciones como la estenosis de la válvula aórtica o procedimientos como el cierre de la cavidad auricular llamada orejuela, cuyo tratamiento hasta hace poco obligaba viajar a Valladolid o León para someterse a cirugías abiertas de corazón, se solventan ahora en el complejo local con técnicas alternativas que ofrecen resultados positivos y, de paso, permiten una recuperación más rápida. La apuesta también se extiende a las pruebas diagnósticas. Como ejemplo: la resonancia magnética cardiaca, en marcha desde este último año. Conviene, no obstante, detenerse en los detalles de estas nuevas líneas de actuación del servicio burgalés dado su impacto favorable. Sirven de muestra del afán por elevar la calidad de la atención prestada. Así lo afirma Javier Robles, responsable de la Unidad de Hemodinámica. El 15% de su actividad se centra «en la parte estructural del corazón». A saber, válvulas estrechas, orificios congénitos o no que han de ser cerrados «o algunas otras áreas que por desarrollar enfermedades adicionales pueden causar problemas graves», aclara.La hemodinámica afronta estas patologías con procedimientos vía percutánea. En ese sentido, Robles destaca por haber «despuntado en 2015» el abordaje de la estrechez de la válvula aórtica. «Tradicionalmente se hacía con cirugía abierta pero hoy un alto porcentaje de pacientes, sobre todo aquellos de alto riesgo o incluso inoperables, se somete a este tratamiento en el que a través de las arterias de la ingle se les introduce una válvula plegada que se expande sobre la que está enferma y la deja aplastada contra la pared de la aorta», relata. Los resultados -tras 30 pacientes intervenidos desde 2012, 12 de ellos el año pasado- son «excelentes», asegura el cardiólogo. Vaticina que es tal la satisfacción con esta técnica que «es probable que se extienda a un gran porcentaje de casos aunque cumplan los requisitos para someterse a una operación convencional». La estenosis de la válvula aórtica es una patología bastante frecuente a partir de los 60 años. Es una enfermedad «clásica» que puede ser muy limitante e incluso provocar una muerte súbita. «Es la causa más frecuente de reemplazo valvular en mayores aunque en la actualidad uno de cada cuatro ya se somete a la terapia alternativa que ofrece una recuperación más rápida», añade. Otra técnica incorporada recientemente es la que permite ‘anular’ la cavidad llamada orejuela. «En pacientes con determinadas arritmias -fibrilaciones auriculares- este espacio tiene especial predisposición a la formación de coágulos», explica Robles. El tratamiento ordinario para prevenirlos es a través de anticoagulantes orales, como el conocido Sintrom. Sin embargo, hay casos que no toleran estos fármacos «bien por provocarles sangrados excesivos, bien por ser ineficaces en su situación particular», aclara el especialista. A estos pacientes se les introduce un oclusor de orejuela, es decir, un dispositivo que al expandirse dentro de la cavidad citada anula la circulación y reduce el riesgo. La prevalencia de la fibrilación auricular es muy elevada. Se presenta casi en el 10% de las personas mayores de 65 años. El porcentaje de pacientes que no pueden hacerla frente con anticoagulantes es, no obstante, reducido. En concreto, en 2015 se implantaron 9 oclusores de orejuela en el hospital burgalés. El cardiólogo Manuel Sánchez Flores subraya «el alto nivel de tecnificación y capacitación que exige este procedimiento» que al igual que el anterior evita que estos casos tengan que trasladarse a otra provincia. «Eso no solo beneficia a la población, también a la propia Administración porque reduce los costes al precisar una hospitalización mucho más breve», señala. «La rentabilidad social y económica de estos avances es evidente», apostilla Robles. Lo mismo ocurre con la resonancia magnética cardiaca, según explica Sánchez, especialista de la Unidad de Imagen que forma parte del equipo multidisciplinar de radiólogos y cardiólogos que realizan estos estudios no invasivos del corazón, inocuos al no utiliza radiación, bien tolerados y seguros, que son fundamentales para pacientes con infartos y miocardiopatías. Hasta ahora los casos se atendían en Valladolid y la espera era larga. En el HUBU, desde su implantación hace un año, se han realizado ya más de medio centenar -a razón de dos cada semana- y «es ya una técnica más que consolidada», destaca el especialista. Lograrlo ha sido posible gracias a la estrecha colaboración con el servicio de Radiología.
El San Pablo lleva la magia de los Reyes Magos al HUBU

DB / Burgos – La llegada de los Reyes Magos transforma la noche invernal en la más mágica del año, sobre todo para los más pequeños y para los mayores que se contagian de la ilusión de los niños. Esa alegría se adelantó ayer entre los hospitalizados en el HUBU. Los jugadores del San Pablo Inmobiliaria, acompañados por el entrenador, Diego Epifanio, y varios miembros del cuadro técnico y de la junta directiva entregaron regalos a los pequeños que están pasando estas Navidades en el hospital. No se vistieron con ropajes orientales pero causaron idéntica impresión. La altura de la comitiva así como la simpatía surtió el efecto deseado. Los niños recibieron los presentes, que habían pedido con antelación a los Reyes Magos en sus cartas, disfrutaron de unos momentos plenos de ilusión y se olvidaron de lo que les ha llevado al hospital. La alegría que se traslucía en los ojos de la pequeña Sandra -niña de la imagen derecha con pañuelo de colores y que recibe el regalo de manos de Matija Poscic- fue el fiel reflejo de los sentimientos que descubre la magia de los Reyes Magos. También la simpatía de la mascota Dino despertó muchas sonrisas. La comitiva del San Pablo repartió más de 25 regalos entre otros tantos pacientes del HUBU y lo pudieron llevar a cabo gracias a Los Voluntarios de La Caixa, asociación enmarcada en la Obra Social de la entidad.
Usar mejor los antibióticos en el HUBU ahorra 58.000 euros

DB/ Burgos – Utilizar mejor los antibióticos en cuatro servicios del Hospital Universitario de Burgos (HUBU) durante cuatro meses ha permitido un ahorro económico directo que se ha estimado en 58.292 euros. Esta es una de las conclusiones obtenidas en una investigación llevada a cabo entre diciembre de 2014 y marzo de 2015 por el grupo de especialistas que conforman en el hospital el denominado equipo PROA: profesionales de Medicina Interna, Microbiología, Cuidados Intensivos, Farmacia y Medicina Preventiva que desde hace años lideran la puesta en marcha del Programa de Optimización de Uso de Antimicrobianos. Entre sus objetivos destaca tratar de reducir las resistencias a estos fármacos, imprescindibles para hacer frente a las infecciones bacterianas. La iniciativa para optimizar el uso de antibióticos se implantó en el HUBU como proyecto piloto a comienzos de 2013 (fue pionero en la región) y a finales de 2014 consiguió 5.000 euros -aunque se habían solicitado 25.000- para desarrollar la investigación de la que se han obtenido los primeros datos acerca de la incidencia que puede llegar a tener el usar mejor determinados fármacos. Este estudio se realizó a partir de los tratamientos de 313 pacientes: 61 ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivos y 252 en planta, repartidos por los servicios de Medicina Interna, Cirugía General y Traumatología. Los objetivos, en todos los casos, eran los mismos: mejorar los resultados clínicos de los pacientes con infecciones, minimizar los efectos adversos asociados a los antibióticos y muy especialmente las resistencias, y por último, tratar de ajustar en la relación entre eficacia y coste. Todo ello se ha conseguido, aunque no todo se puede cuantificar de la misma forma. Es decir, en los cuatro meses de toma y análisis de datos comprobaron que el hecho de utilizar mejor el antibiótico supuso una reducción de gasto de 23.292,49 euros en la UCI y 35.000 euros en planta. Y al hablar de «optimización» del uso de estos fármacos, todos los miembros del equipo destacan que no es que antes se usaran mal, sino que en ocasiones se pautaba más dosis de la necesaria, durante más tiempo o de un espectro más amplio de lo que la patología del paciente requería. Así, cada vez que en los servicios participantes en el estudio había resultados positivos en un hemocultivo y, por lo tanto, necesidad de antibiótico para hacer frente a la infección, se contactaba con el equipo PROA para que valorara el tratamiento. «Nunca lo cambiamos, solo recomendamos», recalca la intensivista María del Valle. Y eso quiere decir que, en ocasiones se aconsejaba mantener, pero otras se indicaba ajustar dosis, modificar el espectro, desescalar o incluso suspender. Estas indicaciones se aceptaron en un 90% de los casos, lo cual tuvo consecuencias directas en materia de gasto farmacéutico y otras tan importantes o más, pero que no pueden cuantificarse. Entre estas últimas, el equipo destaca que «en algunos grupos se apreció una disminución de la estancia y de la mortalidad» de los pacientes, pero añaden que «estadísticamente no es significativa». Primero, porque los datos se refieren a un período de tiempo corto, de apenas cuatro meses, y también porque es difícil establecer comparaciones con otros períodos previos, ya que la investigación se hizo en meses de invierno, en los que más ingresos y pluripatología hay. En cualquier caso, subrayan que, quizá, «lo más importante sea que la mortalidad no aumenta por cambiar a un antibiótico de menor espectro». Una conclusión que también implicaría una disminución de las resistencias a estos fármacos, objetivo primordial acerca del que tampoco se ha podido evaluar si ha habido cambios, «probablemente, debido al corto período de implantación» en el HUBU. No obstante, el coordinador del equipo, el internista Carlos Dueñas, destaca que «el PROA es un programa que tendría que incorporarse a todos los hospitales y se acabará haciendo, porque hay un plan estratégico a nivel nacional y se considera prioritario. Y también porque el beneficio es claro tanto para los pacientes como para la institución», concluye.
Playmobils y sonrisas
DB/ Burgos- En enero se inauguró en la planta de Pediatría del Hospital Universitario de Burgos (HUBU) una exposición de Playmobils. La iniciativa partió de un empleado de Bridgestone en Burgos, tras obtener el visto bueno se contactó con la Asociación Española de Coleccionistas de Playmobil (Aesclick) y con la dirección del HUBU. Este rincón conquistado por esos ‘clicks’ ha ido variando, la exposición se ha renovado cada dos meses con varias temáticas. El objetivo es hacer que la rutina de estos pequeños pacientes sea menos monótona y que olviden, aunque sea por un momento, la enfermedad. Ayer, siguiendo con este propósito, la asociación Aesclick y la Obra Social de Bridgestone realizaron una gran donación de cajas de Playmobil a los niños que se encuentran ingresados. Estos voluntarios lograron que estas figuras de 7,5 centímetros que acompañan a los jóvenes desde la década de los setenta rompiesen la monotonía de esta planta y que las sonrisas se apoderasen de ellos, de sus padres e incluso de sus profesores, esos que comparten cada día junto a los más pequeños. Las princesas de Playmobil triunfaron entre las niñas, que las pedían con entusiasmo, mientras que ellos se decantaban por las motos. Las pinturas y libros de colorear, en cambio, hicieron que todos se pusiesen de acuerdo. Los payasos de Terapiclown, a los que estos pequeños pacientes consideran ya amigos, también se encontraban merodeando por la planta, logrando sacar de los niños las mayores carcajadas. Entre juguetes y sonrisas se pasó la tarde de estos pacientes, un alto en su monotonía cuya importancia se entiende con solo mirar las caras de los niños. Tarjetas positivas Javier Bañuelos, propietario de la imprenta y papelería Amábar, manifestó su deseo antes de fallecer, su intención era realizar unas tarjetas navideñas con dibujos de los niños ingresados en el HUBU. Esta Navidad se ha hecho realidad, Amábar ha realizado de forma gratuita la impresión y la revista Hachepositivo ha colaborado con la maquetación. Las artistas han sido cuatro pequeñas pacientes del área de oncología del HUBU y alumnas del Cole de los Pijamas, donde acuden cada día a clase sin salir del hospital. Buenos deseos e ilusión invaden las postales de estas niñas que se podrán coger de forma gratuita en cualquier centro de salud y también en el hospital.